Continuando con la Bella Durmiente (1959), podemos reflexionar sobre varios aspectos:
1.- ¿Por qué las hadas en todas las películas son viejas y obesas? Si recordamos la de la Cenicienta cumple con los requisitos...
2.- El príncipe vuelve a enamorarse de su aspecto y no de su persona. Han pasado más de 20 años desde el film Blancanieves y los siete enanitos y continuamos igual.
3.- Los poderes que se le otorgan son: belleza, una buena voz y que cuando cumpla 16 años se pinche con una aguja de coser. Un poco machista, ¿no os parece? ¿Esto se podría relacionar con la drogadicción? Podría ser algo exagerado, pero creo que no va mal encaminada mi reflexión.
Existen dos modelos en este caso como bien comentas, el hada vieja y obesa pero que tiene poderes más allá de la belleza, y la joven bella, de voz dulce y que adora las tareas "propias de una doncella", en estas películas no podemos ver una mujer que sea bella y lista a la vez, alejan los dos términos, podríamos llegar a entender que para ser bella no puedes ser inteligente, sino que debes quedarte como una sencilla ama de casa que hace sus tareas y cuida de su príncipe ideal. Parece que las ideas inculcadas por dibujos no son tan dulces como parecen.
ResponderEliminarLos personajes de las películas de Disney están cargados de valores y actitudes estereotipadas: príncipes valientes y heroicos y princesas miedosas, hacendosas, obedientes y sobretodo atractivas. Parece que el único objetivo en su vida sea encontrar a su príncipe azul, el gran momento en que se da por finalizada la historia. Disney ha sabido dar a estas historias un toque de inocencia mediante el que han ido transmitiendo unos roles sexistas y una carga ideológica muchas veces oculta (como muestras en algunas entradas de tu blog).
ResponderEliminarDejo el link de un cuento muy interesante “La princesa que no quería comer perdices”. Es un cuento que hace reflexionar, que pretende romper con los esquemas clásicos que sustentan esta sociedad.
http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1700